sábado, 19 de marzo de 2011

Anomalías citogenéticas y reproducción asistida

Anomalías citogenéticas y reproducción asistida


Riesgo de anomalías citogenéticas al final del primer trimestre en embarazos conseguidos mediante reproducción asistida.

El objetivo de este estudio es determinar si los embarazos conseguidos mediante reproducción asistida tienen un mayor riesgo de presentar anomalías citogenéticas al final del primer trimestre en comparación con los embarazos concebidos espontáneamente.

Se realizó el diagnóstico citogenético mediante muestras de vellosidades coriónicas (CVS) de 1.606 embarazos espontáneos y 559 embarazos de reproducción asistida.

No se encontraron diferencias en cuanto a anomalías citogenéticas en embarazos concebidos espontáneamente y concebidos mediante TRA (7% vs 5,4%), ni tampoco en cuanto a la invasividad del tratamiento, 4,7% en el grupo in vivo vs 5,8% en el grupo de in vitro.

Así pues los tratamientos de fertilidad no incrementan el riesgo de anomalías citogenéticas en el feto.

Deirdre A. Conway, M.D., a,b Satin S. Patel, M.D., a Jennifer Liem, D.O., a Kenneth J. Fan, B.S., a Ray Jalian, B.S., a, John Williams, III, M.D., a,b and Margareta D. Pisarska, M.D.

a Department of Obstetrics and Gynecology, Cedars-Sinai Medical Center and
b Department of Obstetrics and Gynecology, David Geffen School of Medicine, University of California, Los Angeles, California

Según datos del CDC (Centers for Disease Control) en EE.UU, el 12% de la población en edad fértil tiene problemas de fertilidad. Como resultado ha habido un incremento del uso de las técnicas de reproducción asistida (TRA), en 2007 nacieron sólo en América 57.564 niños (>1%) gracias a estas técnicas que incluyen estimulación ovárica con citrato de clomifeno o gonadotropinas, inseminación artificial y fertilización in vitro.

Los tratamientos de fertilidad se han asociado a diferentes complicaciones en el embarazo como preeclampsia, placenta previa, desprendimiento de placenta, crecimiento intrauterino restringido y se han asociado también con defectos congénitos y anormalidades cromosómicas. Su explicación podría implicar errores epigenéticos o incluso problemas genéticos resultantes del tratamiento de la infertilidad.

Los estudios realizados sobre el tema son contradictorios, algunos encuentran asociación entre las anomalías genéticas y los tratamientos de reproducción y otros no la encuentran.

Otro factor importante a determinar es si las anomalías citogenéticas que puede presentar un niño se deben al tratamiento de reproducción o bien a la propia pareja estéril.

Se intentará determinar el riesgo de anomalías citogenéticas en embarazo espontáneo y por TRA mediante el diagnóstico de las vellosidades coriónicas (CVS) y además, se comparará el riesgo de anomalías en embarazos según la técnica utilizada. Hiperestimulación ovárica controlada con o sin inseminación artificial, “grupo fertilización in vivo” y mediante fertilización in vitro (FIV), “grupo in vitro”.

MATERIAL Y MÉTODOS

Estudio retrospectivo donde se evalúan todas las mujeres que acuden a nuestro centro con embarazo único desde 2000 a 2004, se realiza CVS por un experimentado perinatólogo entre la semana 9 y la 12 de gestación. Las muestras se obtuvieron mediante vía transvaginal o transabdominal dependiendo del caso y después se realizó el análisis citogenético.

Se clasificaron las anomalías cromosómicas según el tipo de defecto: trisomías autosómicas, mosaicos autosómicos, inversiones, trisomías gonosómicas, mosaicos gonosómicos, translocaciones y monosomías.

Se hicieron 2 grupos, uno de embarazos concebidos espontáneamente (n=1.606) y otro con embarazos concebidos mediante tratamiento (n=555), éste se dividió a su vez en dos. Grupo “fertilización in vivo” (n=233), pacientes con estimulación ovárica controlada con o sin inseminación artificial y grupo de “fertilización in vitro” (n=326), pacientes de FIV con o sin ICSI.

Se calculó para cada grupo la edad materna y el porcentaje de anomalías fetales citogenéticas.

RESULTADOS

Se comparó la edad gestacional de los 2 grupos, siendo la edad materna 39,0 para el grupo de concepción espontánea y 39,4 para el de concepción por tratamiento, esta diferencia, aunque es pequeña, es estadísticamente significativa (P=0.01). No hubo diferencias entre los grupos “in vivo” e “in vitro” (39,4 y 39,5).

Cuando se comparó la incidencia de anomalías citogenéticas entre los 2 grupos, el grupo de concepción espontánea tuvo una incidencia del 7% (112/1.606) y el grupo de concepción por tratamiento un 5,4% (30/559). Entre los grupos in vivo e in vitro la incidencia fue 4,7% (11/233) y 5,8% (19/326), respectivamente. No hubo significación estadística.

Tampoco se encontraron diferencias respecto al tipo de anomalía citogenética entre los grupos. El tipo más común encontrado fueron las trisomías autosómicas (50-60%), seguido de los mosaicismos autonómicos. Se encontraron pocas inversiones, translocaciones, monosomías, trisomías y mosaicos gonosómicos.

DISCUSIÓN

Al comparar ambos grupos, concepción espontánea y tratamiento de fertilidad, no se encontraron diferencias en el índice de anomalías citogenéticas, tampoco se encontraron al comparar los grupos in vivo e in vitro. Respecto al tipo de anomalía citogenética no hubo diferencias entre los diferentes grupos.

Los resultados muestran que los tratamientos de fertilidad no incrementan el riesgo de anomalías citogenéticas en el feto al final del primer trimestre, ni la predisposición a tener ningún tipo específico de anomalía.

Aunque se ha demostrado que las TRA son seguras respecto a la incidencia de defectos en el nacimiento, algunos estudios sugieren que las aneuploidías embrionarias tempranas y los mosaicismos pueden estar relacionados con la estimulación ovárica en la FIV. Sin embargo, estos estudios fueron subóptimos por las limitaciones metodológicas del análisis genético.

Hansen realizó un estudio con muestras de vellosidades coriónicas en embarazos espontáneos y en embarazos por TRA, donde encontraron un mayor riesgo de anomalías cromosómicas en las parejas que concibieron por TRA. Esto se puede explicar a que la edad materna del grupo que se sometió a TRA era significativamente mayor a la del grupo que concibió espontáneamente.

Nuestras conclusiones han sido corroboradas por un gran estudio multicéntrico prospectivo de Shevell que no ha encontrado una mayor incidencia de anomalías cromosómicas en fetos de mujeres que se someten a TRA.

Los resultados muestran que la manipulación in vitro, en comparación con la manipulación in vivo, tampoco supone un mayor riesgo de anomalías citogenéticas. Las limitaciones de tamaño de la Shevell nos impiden comparar la incidencia de anomalías citogenéticas entre los embarazos concebidos mediante FIV convencional y FIV con ICSI.

Aunque se ha mostrado que las parejas que conciben a través de TRA poseen el mismo riesgo de tener un embarazo citogenéticamente anormal, los médicos deben seguir ofreciendo la detección de aneuploidías y las pruebas diagnósticas no invasivas a todas las parejas, independientemente del modo de la concepción.

Fuente: Fertility and Sterility, vol. 95, nº. 2, pp. 503-506, 2011