viernes, 18 de mayo de 2018

CANCER DE OVARIO

Tratamiento de los tumores de ovario de bajo potencial maligno (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Información general sobre los tumores de ovario de bajo potencial maligno

Incidencia y mortalidad

Los tumores de bajo potencial maligno (por ejemplo, tumores limítrofes) representan el 15 % de todos los cánceres ováricos epiteliales. Casi el 75 % de estos tumores se encuentran en estadio I al momento del diagnóstico. Es imprescindible que estos tumores se reconozcan ya que su pronóstico y tratamiento son notoriamente diferentes de los de los carcinomas invasivos malignos.

Una revisión de 22 series (953 pacientes) con una mediana de seguimiento de 7 años reveló una tasa de supervivencia de 92 % entre las pacientes con tumores en estadios avanzados, si se excluye a las pacientes con los llamados implantes invasivos. Se determinó que la muerte se debió a complicaciones benignas de la enfermedad (por ejemplo, obstrucción del intestino delgado), complicaciones del tratamiento, y muy rara vez (0,7 %), por transformación maligna.[1] En una serie, las tasas de supervivencia a los 5, 10, 15 y 20 años de las pacientes con tumores de bajo potencial maligno (en todos los estadios), según se mostró en un análisis de tablas clínicas de vida, fueron de 97, 95, 92 y 89 %, respectivamente.[2] En esta serie, la mortalidad dependió del estadio: 0,7, 4,2 y 26,8 % de pacientes en estadios I, II, y III respectivamente, murieron a raíz de la enfermedad.[2] Otro estudio extenso mostró que un estadio temprano, histología serosa y edad más joven se relacionan con un pronóstico más favorable.[3] En contraste con una tasa excelente de supervivencia anteriormente observada de la enfermedad en estadio temprano, el informe anual de la Fédération Internationale de Gynecologie et d’Obstetrique (#21) incluyó 529 pacientes en estadio I, con una tasa de supervivencia actuarial a los 5 años de 89,1 %. En un estudio prospectivo extenso, se encontró una supervivencia similarmente buena.[4] De todos modos, estas tasas de supervivencia contrastan claramente con la tasa de supervivencia de 30 % de las pacientes de tumores invasivos (en todos los estadios).

Tumor endometrioide

El tumor endometrioide de bajo potencial maligno, que es menos común, no debe considerarse maligno ya que casi nunca hace metástasis. Sin embargo, se pueden presentar transformaciones malignas que pudieran estar relacionadas con un tumor similar fuera del ovario; tales tumores son el resultado de un segundo tumor primario o de una ruptura del tumor primario endometrial.[5]

Bibliografía
  1. Kurman RJ, Trimble CL: The behavior of serous tumors of low malignant potential: are they ever malignant? Int J Gynecol Pathol 12 (2): 120-7, 1993. [PUBMED Abstract]
  2. Leake JF, Currie JL, Rosenshein NB, et al.: Long-term follow-up of serous ovarian tumors of low malignant potential. Gynecol Oncol 47 (2): 150-8, 1992. [PUBMED Abstract]
  3. Kaern J, Tropé CG, Abeler VM: A retrospective study of 370 borderline tumors of the ovary treated at the Norwegian Radium Hospital from 1970 to 1982. A review of clinicopathologic features and treatment modalities. Cancer 71 (5): 1810-20, 1993. [PUBMED Abstract]
  4. Zanetta G, Rota S, Chiari S, et al.: Behavior of borderline tumors with particular interest to persistence, recurrence, and progression to invasive carcinoma: a prospective study. J Clin Oncol 19 (10): 2658-64, 2001. [PUBMED Abstract]
  5. Norris HJ: Proliferative endometrioid tumors and endometrioid tumors of low malignant potential of the ovary. Int J Gynecol Pathol 12 (2): 134-40, 1993. [PUBMED Abstract]

Información sobre los estadios de los tumores de ovario de bajo potencial maligno

Fédération Internationale de Gynecologie et d’Obstetrique

La Fédération Internationale de Gynecologie et d’Obstetrique (FIGO) y el American Joint Committee on Cancer (AJCC) diseñaron la estadificación para definir los tumores de ovario de bajo potencial maligno; el sistema FIGO es el más comúnmente usado.[1,2]

Cuadro 1. Definiciones FIGO para el estadio I a
Estadio Definición
aAdaptación de la Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.[1]
I Tumor limitado a los ovarios o las trompas de Falopio.
IA Tumor limitado a un ovario (cápsula intacta) o una trompa de Falopio, no hay tumor en la superficie del ovario o la trompa de Falopio y no hay células malignas en la ascitis ni en los lavados peritoneales.
IB Tumor limitado a ambos ovarios (cápsulas intactas) o ambas trompas de Falopio, no hay tumor en la superficie del ovario o las trompas de Falopio y no hay células malignas en la ascitis o los lavados peritoneales.
IC Tumor limitado a uno o ambos ovarios, o una o ambas trompas de Falopio y se acompaña de cualquiera de las siguientes situaciones:
IC1: derrame quirúrgico.
IC2: ruptura de la cápsula antes de la cirugía, o tumor en la superficie de los ovarios o las trompas de Falopio.
IC3: detección de células malignas en la ascitis o los lavados peritoneales.
Cuadro 2. Definiciones FIGO para el estadio II a
Estadio Definición
aAdaptación de la Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.[1]
II Tumor que compromete uno o ambos ovarios, o una o ambas trompas de Falopio, con diseminación pélvica (debajo del borde de la pelvis) o cáncer primario de peritoneo.
IIA Diseminación o implantes en el útero, las trompas de Falopio o los ovarios.
IIB Diseminación a otros tejidos pélvicos intraperitoneales.
Cuadro 3. Definiciones FIGO para el estadio III a
Estadio Definición
aAdaptación de la Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.[1]
III Tumor que compromete uno o ambos ovarios, o una o ambas trompas de Falopio, o hay un cáncer primario de peritoneo. Además, hay diseminación al peritoneo fuera de la pelvis confirmada mediante pruebas citológicas o histológicas, o metástasis en los ganglios linfáticos retroperitoneales.
IIIA1 Compromiso solo de los ganglios linfáticos retroperitoneales (comprobados mediante pruebas citológicas o histológicas):
IIIA1(i): metástasis ≤ 10 mm en su mayor dimensión.
IIIA1(ii): metástasis >10 en su mayor dimensión.
IIIA2 Compromiso peritoneal extrapélvico microscópico (encima del borde de la pelvis), con compromiso de ganglios linfáticos retroperitoneales o sin este.
IIIB Metástasis peritoneales macroscópicas fuera de la pelvis de ≤2 cm en su mayor dimensión, con metástasis en los ganglios linfáticos retroperitoneales o sin estas.
IIIC Metástasis peritoneales macroscópicas fuera de la pelvis >2 cm en su mayor dimensión, con metástasis en los ganglios linfáticos retroperitoneales o sin estas (incluye extensión del tumor a la cápsula hepática y esplénica sin compromiso del parénquima en ninguno de los dos órganos).
Cuadro 4. Definiciones FICO para el estadio IV a
Estadio Definición
aAdaptación de la Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.[1]
IV Metástasis a distancia con exclusión de metástasis peritoneales.
IVA Derrame pleural con resultado positivo en el estudio citológico.
IVB Metástasis parenquimatosas y metástasis en los órganos extraabdominales (incluso en los ganglios linfáticos inguinales y los ganglios linfáticos fuera de la cavidad abdominal).
Bibliografía
  1. Berek JS, Renz M, Kehoe S, et al.: Cancer of the ovary, fallopian tube, and peritoneum: 2021 update. Int J Gynaecol Obstet 155 (Suppl 1): 61-85, 2021. [PUBMED Abstract]
  2. Ovary, fallopian tube, and primary peritoneal carcinoma. In: Amin MB, Edge SB, Greene FL, et al., eds.: AJCC Cancer Staging Manual. 8th ed. Springer; 2017, pp 681-90.

Tumores de ovario de bajo potencial maligno en estadio temprano

La importancia de una clasificación completa no ha sido mostrada en los casos de estadios tempranos; sin embargo, el ovario opuesto debe ser evaluado cuidadosamente para determinar si hay enfermedad bilateral. A pesar de que no se ha establecido el efecto que causa una clasificación quirúrgica en el manejo terapéutico, en un estudio, 7 de 27 pacientes con supuesta enfermedad localizada fueron ubicadas en un estadio más alto después de una clasificación quirúrgica completa.[1] En otros dos estudios, 16 y 18 % de las pacientes con supuestos tumores localizados, de bajo potencial maligno fueron ubicadas en un estadio más alto como resultado de una clasificación por laparotomía.[2,3] En uno de estos estudios, el resultado de tumores serosos fue de 30,8 comparado con 0 % en el caso de tumores mucinosos.[4] En otro estudio, las pacientes con enfermedad intraperitoneal localizada y ganglios linfáticos negativos tuvieron una incidencia baja de recurrencia (5 %), mientras que las pacientes con enfermedad intraperitoneal localizada y ganglios linfáticos positivos tuvieron estadísticamente una incidencia de recurrencia significativamente más alta (50 %).[5]

Para la enfermedad en estadio temprano (estadio I o II), no se indica ningún tratamiento adicional en el caso de un tumor de bajo potencial maligno completamente resecado.[6] Cuando un paciente desea mantener el potencial de reproducción, la salpingooforectomía unilateral es una terapia adecuada.[7,8] En el caso de que existan neoplasias ováricas císticas bilaterales, o en un solo ovario, podrá emplearse una ooforectomía parcial cuando la paciente desee permanecer fecunda.[9] Algunos enfatizan la importancia de limitar la cistectomía ovárica a las pacientes en estadio IA en quienes los márgenes de los especímenes de la cistectomía están sin tumor.[4] En una serie extensa, la tasa de recaída fue más alta con cirugía más conservadora (cistectomía > ooforectomía unilateral >TAH, BSO); las diferencias, sin embargo, no fueron estadísticamente significativas y la supervivencia fue casi 100 % en todos los grupos.[5,10] Cuando la maternidad no es algo importante, una histerectomía abdominal total y una salpingooforectomía bilateral resulta una terapia adecuada. Una vez que la mujer ha completado su familia, la mayoría de los médicos, pero no todos,[4] están a favor de la remoción del tejido ovárico restante ya que existe el riesgo de recurrencia de un tumor limítrofe, o en raras circunstancias, de un carcinoma.[2,7]

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.

Bibliografía
  1. Yazigi R, Sandstad J, Munoz AK: Primary staging in ovarian tumors of low malignant potential. Gynecol Oncol 31 (3): 402-8, 1988. [PUBMED Abstract]
  2. Snider DD, Stuart GC, Nation JG, et al.: Evaluation of surgical staging in stage I low malignant potential ovarian tumors. Gynecol Oncol 40 (2): 129-32, 1991. [PUBMED Abstract]
  3. Leake JF, Rader JS, Woodruff JD, et al.: Retroperitoneal lymphatic involvement with epithelial ovarian tumors of low malignant potential. Gynecol Oncol 42 (2): 124-30, 1991. [PUBMED Abstract]
  4. Piura B, Dgani R, Blickstein I, et al.: Epithelial ovarian tumors of borderline malignancy: a study of 50 cases. Int J Gynecol Cancer 2 (4): 189-197, 1992. [PUBMED Abstract]
  5. Leake JF, Currie JL, Rosenshein NB, et al.: Long-term follow-up of serous ovarian tumors of low malignant potential. Gynecol Oncol 47 (2): 150-8, 1992. [PUBMED Abstract]
  6. Tropé C, Kaern J, Vergote IB, et al.: Are borderline tumors of the ovary overtreated both surgically and systemically? A review of four prospective randomized trials including 253 patients with borderline tumors. Gynecol Oncol 51 (2): 236-43, 1993. [PUBMED Abstract]
  7. Kaern J, Tropé CG, Abeler VM: A retrospective study of 370 borderline tumors of the ovary treated at the Norwegian Radium Hospital from 1970 to 1982. A review of clinicopathologic features and treatment modalities. Cancer 71 (5): 1810-20, 1993. [PUBMED Abstract]
  8. Lim-Tan SK, Cajigas HE, Scully RE: Ovarian cystectomy for serous borderline tumors: a follow-up study of 35 cases. Obstet Gynecol 72 (5): 775-81, 1988. [PUBMED Abstract]
  9. Rice LW, Berkowitz RS, Mark SD, et al.: Epithelial ovarian tumors of borderline malignancy. Gynecol Oncol 39 (2): 195-8, 1990. [PUBMED Abstract]
  10. Casey AC, Bell DA, Lage JM, et al.: Epithelial ovarian tumors of borderline malignancy: long-term follow-up. Gynecol Oncol 50 (3): 316-22, 1993. [PUBMED Abstract]

Tumores de ovario de bajo potencial maligno en estadio avanzado

Las pacientes con enfermedad avanzada deben someterse a una histerectomía total, salpingooforectomía bilateral, omentectomía, muestreo de ganglios y cirugía de citorreducción agresiva. Las pacientes con enfermedad en estadio III o IV sin tumor residual macroscópico tienen una tasa de supervivencia de 100 % en algunas series, independientemente de la duración del seguimiento.[1,2] La tasa de supervivencia a los 7 años en las pacientes con enfermedad residual macroscópica fue del 69 % en una serie extensa,[3] y parece ser inversamente proporcional al tiempo de seguimiento.[3]

En las pacientes con enfermedad en estadios más avanzados y con enfermedad residual microscópica o macroscópica, no debe indicarse quimioterapia ni radioterapia. Hay pocos indicios de que la quimioterapia postoperatoria o la radioterapia alteren el curso de esta enfermedad en alguna forma ventajosa.[1,3-6] En un estudio de 364 pacientes sin tumor residual, la terapia adyuvante no tuvo ningún efecto en la supervivencia sin enfermedad o corregida cuando se estratificó según el estadio de la enfermedad.[7] Las pacientes sin tumor residual que no recibieron ningún tratamiento adyuvante tuvieron una tasa de supervivencia igual o mayor a la de los grupos tratados. En el presente, los estudios controlados no han comparado los tratamientos postoperatorios con casos en los que no se realiza ningún tratamiento.

En una evaluación de 150 pacientes con tumores ováricos de tipo limítrofe, la supervivencia de las pacientes con tumores residuales de menos de 2 cm, fue significativamente mejor que la supervivencia de aquellas con tumores residuales de 2 a 5 cm y mayores de 5 cm.[8] Todavía no se ha determinado si los implantes invasivos implican un pronóstico más precario. Algunos investigadores han correlacionado los implantes invasivos con un pronóstico precario [9] mientras que otros no lo han hecho.[2,10] Algunos estudios han indicado que quizás sea posible usar la ploidía del ADN de los tumores para identificar a aquellas pacientes que presentarán enfermedad dinámica.[11,12] Un estudio no pudo correlacionar la ploidía del ADN del tumor seroso primario con la supervivencia, pero encontró que los implantes de aneuploidía invasiva estaban relacionados con un pronóstico precario.[13] En el presente, no hay prueba que indique que el tratamiento de pacientes con tumores aneuploides afecte la supervivencia. No se ha podido establecer ninguna relación significativa entre la sobreexpresión de p53 y HER-2/neu y la recurrencia del tumor o la supervivencia.[14]

En caso de que se presente progresión clínica, se indica una cirugía de reducción ulterior del tumor, seguida de quimioterapia. Si el intervalo carente de síntomas es largo, no es aconsejable emplear quimioterapia después de un procedimiento de citorreducción secundario. Sin embargo, si la enfermedad recurre rápidamente en forma sintomática, la administración de quimioterapia puede resultar beneficiosa. Algunos informes han documentado quirúrgicamente la eficacia de la quimioterapia en algunas pacientes con enfermedad residual microscópica o macroscópica.[15,16] Un estudio reciente realizado por GOG empleó quimioterapia a base de melfalán para pacientes con enfermedad progresiva, y usó cisplatino para las pacientes que no responden al melfalán.[17]

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.

Bibliografía
  1. Barnhill D, Heller P, Brzozowski P, et al.: Epithelial ovarian carcinoma of low malignant potential. Obstet Gynecol 65 (1): 53-9, 1985. [PUBMED Abstract]
  2. Bostwick DG, Tazelaar HD, Ballon SC, et al.: Ovarian epithelial tumors of borderline malignancy. A clinical and pathologic study of 109 cases. Cancer 58 (9): 2052-65, 1986. [PUBMED Abstract]
  3. Leake JF, Currie JL, Rosenshein NB, et al.: Long-term follow-up of serous ovarian tumors of low malignant potential. Gynecol Oncol 47 (2): 150-8, 1992. [PUBMED Abstract]
  4. Casey AC, Bell DA, Lage JM, et al.: Epithelial ovarian tumors of borderline malignancy: long-term follow-up. Gynecol Oncol 50 (3): 316-22, 1993. [PUBMED Abstract]
  5. Tumors of the ovary: neoplasms derived from coelomic epithelium. In: Morrow CP, Curtin JP: Synopsis of Gynecologic Oncology. 5th ed. Churchill Livingstone, 1998, pp 233-281.
  6. Sutton GP, Bundy BN, Omura GA, et al.: Stage III ovarian tumors of low malignant potential treated with cisplatin combination therapy (a Gynecologic Oncology Group study). Gynecol Oncol 41 (3): 230-3, 1991. [PUBMED Abstract]
  7. Kaern J, Tropé CG, Abeler VM: A retrospective study of 370 borderline tumors of the ovary treated at the Norwegian Radium Hospital from 1970 to 1982. A review of clinicopathologic features and treatment modalities. Cancer 71 (5): 1810-20, 1993. [PUBMED Abstract]
  8. Tamakoshi K, Kikkawa F, Nakashima N, et al.: Clinical behavior of borderline ovarian tumors: a study of 150 cases. J Surg Oncol 64 (2): 147-52, 1997. [PUBMED Abstract]
  9. Bell DA, Scully RE: Serous borderline tumors of the peritoneum. Am J Surg Pathol 14 (3): 230-9, 1990. [PUBMED Abstract]
  10. Michael H, Roth LM: Invasive and noninvasive implants in ovarian serous tumors of low malignant potential. Cancer 57 (6): 1240-7, 1986. [PUBMED Abstract]
  11. Friedlander ML, Hedley DW, Swanson C, et al.: Prediction of long-term survival by flow cytometric analysis of cellular DNA content in patients with advanced ovarian cancer. J Clin Oncol 6 (2): 282-90, 1988. [PUBMED Abstract]
  12. Kaern J, Trope C, Kjorstad KE, et al.: Cellular DNA content as a new prognostic tool in patients with borderline tumors of the ovary. Gynecol Oncol 38 (3): 452-7, 1990. [PUBMED Abstract]
  13. de Nictolis M, Montironi R, Tommasoni S, et al.: Serous borderline tumors of the ovary. A clinicopathologic, immunohistochemical, and quantitative study of 44 cases. Cancer 70 (1): 152-60, 1992. [PUBMED Abstract]
  14. Eltabbakh GH, Belinson JL, Kennedy AW, et al.: p53 and HER-2/neu overexpression in ovarian borderline tumors. Gynecol Oncol 65 (2): 218-24, 1997. [PUBMED Abstract]
  15. Fort MG, Pierce VK, Saigo PE, et al.: Evidence for the efficacy of adjuvant therapy in epithelial ovarian tumors of low malignant potential. Gynecol Oncol 32 (3): 269-72, 1989. [PUBMED Abstract]
  16. Gershenson DM, Silva EG: Serous ovarian tumors of low malignant potential with peritoneal implants. Cancer 65 (3): 578-85, 1990. [PUBMED Abstract]
  17. Barnhill DR, Kurman RJ, Brady MF, et al.: Preliminary analysis of the behavior of stage I ovarian serous tumors of low malignant potential: a Gynecologic Oncology Group study. J Clin Oncol 13 (11): 2752-6, 1995. [PUBMED Abstract]

Actualizaciones más recientes a este resumen (05/11/2022)

Los resúmenes del PDQ con información sobre el cáncer se revisan con regularidad y se actualizan a medida que se obtiene nueva información. Esta sección describe los cambios más recientes introducidos en este resumen a partir de la fecha arriba indicada.

Información sobre los estadios de los tumores de ovario de bajo potencial maligno

Se actualizó la estadificación de la Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique (se añadió a Berek et al. como referencia 1).

El Consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento para adultos es responsable de la redacción y actualización de este resumen y mantiene independencia editorial respecto del NCI. El resumen refleja una revisión independiente de la bibliografía médica y no representa las políticas del NCI ni de los NIH. Para obtener más información sobre las políticas relativas a los resúmenes y la función de los consejos editoriales del PDQ responsables de su actualización, consultar Información sobre este resumen del PDQ e Información del PDQ® sobre el cáncer dirigida a profesionales de la salud.

Información sobre este resumen del PDQ

Propósito de este resumen

Este resumen de información del PDQ sobre el cáncer dirigido a profesionales de la salud proporciona información integral revisada por expertos y basada en la evidencia sobre el tratamiento de los tumores de ovario de bajo potencial maligno. El objetivo es servir como fuente de información y ayuda para los profesionales clínicos durante la atención de pacientes. No ofrece pautas ni recomendaciones formales para tomar decisiones relacionadas con la atención sanitaria.

Revisores y actualizaciones

El consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento para adultos, que mantiene independencia editorial respecto del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), revisa este resumen de manera periódica y, en caso necesario, lo actualiza. Este resumen es el resultado de una revisión bibliográfica independiente y no constituye una declaración de política del NCI ni de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

Cada mes, los integrantes de este consejo revisan los artículos publicados recientemente para determinar lo siguiente:

  • Si el artículo se debe analizar en una reunión del consejo.
  • Si conviene añadir texto acerca del artículo.
  • Si se debe reemplazar o actualizar un artículo que ya se citó.

Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.

Los revisores principales del sumario sobre Tratamiento de los tumores de ovario de bajo potencial maligno son:

  • Olga T. Filippova, MD (Memorial Sloan-Kettering Cancer Center )
  • Marina Stasenko, MD (New York University Medical Center)

Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. Por favor, no enviar preguntas o comentarios directamente a los integrantes del consejo, ya que no responderán consultas de manera individual.

Niveles de evidencia

Algunas de las referencias bibliográficas de este resumen se acompañan del nivel de evidencia. El propósito de esto es ayudar al lector a evaluar la solidez de la evidencia que respalda el uso de ciertas intervenciones o abordajes. El consejo editorial del PDQ sobre el tratamiento para adultos emplea un sistema de jerarquización formal para asignar los niveles de evidencia científica.

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Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:

PDQ® sobre el tratamiento para adultos. PDQ Tratamiento de los tumores de ovario de bajo potencial maligno. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/ovario/pro/tratamiento-ovario-bajo-potencial-maligno-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.

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Captured Date: 2013-09-14 09:04:47.0

cancer de vulva


Tratamiento del cáncer de vulva (PDQ®)–Versión para profesionales de salud

Información general sobre el cáncer de vulva

Este resumen trata sobre el cáncer de células escamosas de vulva y las neoplasias intraepiteliales de vulva (VIN), algunas de las cuales se piensa que son precursoras de los cánceres de células escamosas invasivos.

Los labios mayores son el sitio más común del carcinoma de vulva y allí se presentan cerca del 50 % de los casos. Los casos de carcinoma de vulva en los labios menores representan entre el 15 % y el 20 %. El clítoris y las glándulas de Bartholino son los sitios que se afectan con menor frecuencia.[1] Las lesiones son multifocales en alrededor del 5 % de los casos. Más del 90 % de los casos de cáncer de vulva invasivos son carcinomas de células escamosas.[2]

Incidencia y mortalidad

El cáncer de vulva representa cerca del 6 % de todos los cánceres del aparato genital femenino en los Estados Unidos.[3]

Número estimado de casos nuevos y defunciones por cáncer de vulva en los Estados Unidos para 2024:[3]

  • Casos nuevos: 6900.
  • Defunciones: 1630.

Características anatómicas

La vulva es el área directamente externa a la vagina, que incluye el monte del pubis o monte de Venus, los labios mayores y menores, el clítoris y las glándulas de Bartholino.

Ampliar Anatomía de la vulva. En la imagen se observan el monte del pubis, el clítoris, la abertura de la uretra, los labios internos y externos de la vagina y la abertura de la vagina. También se muestran el perineo y el ano.
Anatomía de la vulva. Las partes de la vulva son el monte del pubis (monte de Venus), el clítoris, la abertura de la uretra, los labios internos y externos de la vagina, la abertura de la vagina y el perineo.

Factores de riesgo

La edad avanzada es el principal factor de riesgo para la mayoría de los cánceres. Otros factores de riesgo del cáncer de vulva son los siguientes:

  • Infección por el virus del papiloma humano (VPH). En muchos casos, un condiloma o una displasia escamosa anteceden la formación del cáncer de vulva. La evidencia vigente apoya la idea de que la infección por el VPH es un factor causal de muchos carcinomas en el aparato genital.[4]

    La VIN asociada con el VPH, denominada VIN de tipo común cuando es de grado 2 y 3, es más frecuente en mujeres menores de 50 años. Por el contrario, la VIN no asociada con el VPH, denominada VIN de tipo diferenciada cuando es de grado 3, es más frecuente en mujeres de más edad.[5,6]

    El antiguo tipo de lesión VIN de grado 1 ya no se clasifica como VIN verdadera.[5,6] Las lesiones relacionadas con el VPH de tipo basaloide y de tipo condilomatoso se vinculan con la VIN. De 75 a 100 % de los carcinomas de tipo basaloide y de tipo condilomatoso albergan una infección por el VPH. Los subtipos basaloides y condilomatosos no solo tienen una prevalencia mucho más alta de infección por el VPH en comparación con los subtipos queratinizantes, además comparten muchos factores de riesgo con el cáncer de cuello uterino, entre ellos, los siguientes:

    • Número elevado de parejas sexuales.[7]
    • Inicio de coito a edad temprana.[7]
    • Antecedentes de pruebas de Papanicoláu (Pap) anormales.[7]

Para obtener más información, consultar Tratamiento del cáncer de cuello uterino.

Características clínicas

Es posible que las mujeres con VIN sean asintomáticas en el momento del diagnóstico.

Los signos y síntomas del cáncer de células escamosas de vulva son los siguientes:

  • Lesión vulvar.
  • Prurito vulvar.
  • Hemorragia.
  • Dolor.

Evaluación para el diagnóstico y la estadificación

Los siguientes procedimientos se utilizan para el diagnóstico y la estadificación del cáncer de vulva:

  • Examen físico y antecedentes.
  • Examen pélvico.
  • Prueba de Papanicoláu.
  • Prueba del virus del papiloma humano.
  • Biopsia. En ocasiones, exploración física con anestesia.
  • Colposcopia.
  • Estudios por imágenes (imágenes por resonancia magnética, tomografía computarizada [TC], y tomografía por emisión de positrones con TC).

Pronóstico

El pronóstico depende del estado patológico de los ganglios linfáticos inguinales y de la diseminación a las estructuras adyacentes.[8] En las pacientes con una enfermedad operable sin compromiso ganglionar, la tasa de supervivencia general (SG) es del 90 %. Sin embargo, cuando hay compromiso ganglionar, la tasa de SG a 5 años oscila entre el 50 % y el 60 %.[9]

El tamaño del tumor primario es menos importante para determinar el pronóstico.[8]

Seguimiento después del tratamiento

Es posible que las neoplasias de vulva invasivas y preinvasivas se deban a una infección por el VPH, de manera que el efecto carcinógeno quizás abarque todo el epitelio vulvar. Por esto, las pacientes se vigilan de cerca para identificar signos o síntomas de recidiva.

Bibliografía
  1. Macnab JC, Walkinshaw SA, Cordiner JW, et al.: Human papillomavirus in clinically and histologically normal tissue of patients with genital cancer. N Engl J Med 315 (17): 1052-8, 1986. [PUBMED Abstract]
  2. Eifel PJ, Klopp AH, Berek JS, et al.: Cancer of the cervix, vagina, and vulva. In: DeVita VT Jr, Lawrence TS, Rosenberg SA, et al., eds.: DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles & Practice of Oncology. 11th ed. Wolters Kluwer, 2019, pp 1171-1210.
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Clasificación celular del cáncer de vulva

La International Society for the Study of Vulvovaginal Disease (ISSVD) formuló la clasificación histológica de la enfermedad vulvar y de las lesiones precursoras del cáncer de vulva.[1]

Trastornos epiteliales no neoplásicos de la piel y la mucosa vulvar

  • Liquen escleroso (liquen escleroatrófico).
  • Hiperplasia de células escamosas (antes, distrofia hiperplásica).
  • Otras dermatosis.

Neoplasia intraepitelial de vulva (VIN)

  • La lesión escamosa intraepitelial (SIL) de grado bajo de la vulva (LSIL vulvar) abarca el condiloma plano o el efecto del virus del papiloma humano.
  • La SIL de grado alto (HSIL vulvar) se llamaba VIN de tipo común en la terminología del 2004 de la ISSVD.
  • VIN de tipo diferenciada.

Enfermedad de Paget de la vulva

  • Caracterizada por células grandes claras en el epitelio y los anejos cutáneos.

Otros tipos histológicos

  • Carcinoma de células basales.
  • Histiocitosis de células de Langerhans.
  • Melanoma maligno.
  • Sarcoma.
  • Carcinoma verrugoso.
Bibliografía
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Información sobre los estadios del cáncer de vulva

La evaluación para la estadificación del cáncer de vulva quizás incluya las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Cistoscopia.
  • Proctoscopia.
  • Radiografías pulmonares.
  • Urografía o pielografía intravenosa (IV).

La sospecha de compromiso vesical o rectal se debe confirmar mediante biopsia.[1]

Estadificación de la Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique

La Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique (FIGO) y el American Joint Committee on Cancer (AJCC) formularon la estadificación del cáncer de vulva; el sistema FIGO es el que más se usa.[1,2] El estadio se basa en la estadificación patológica en el momento de la cirugía, o antes de iniciar la radioterapia o la quimioterapia cuando éstas son las modalidades de tratamiento inicial.[3]

Este sistema de estadificación no se usa para el melanoma maligno de vulva, que se estadifica igual que el melanoma cutáneo.[1] Para obtener más información, consultar la sección Información sobre los estadios del melanoma en Tratamiento del melanoma.

Cuadro 1. Definiciones FIGO para los estadios I, IA y IB a
Estadio Definición
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2]
bLa profundidad de la invasión se mide desde la membrana basal de la cresta interpapilar adyacente más profunda displásica sin tumor (o la cresta interpapilar displásica más cercana) hasta el punto más profundo de invasión.
I Tumor confinado en la vulva.
IA Tumor ≤2 cm con invasión estromal ≤1 mmb.
IB Tumor >2 cm o invasión estromal >1 mmb.
Cuadro 2. Definición FIGO para el estadio II a
Estadio Definición
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2]
II Tumor de cualquier tamaño con extensión al tercio inferior de la uretra, el tercio inferior de la vagina o el tercio inferior del ano, sin compromiso ganglionar.
Cuadro 3. Definiciones FIGO para los estadios III, IIIA, IIIB y IIIC a
Estadio Definición
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2]
bRegional indica los ganglios linfáticos inguinales o femorales.
III Tumor de cualquier tamaño con extensión a la porción superior de las estructuras perineales adyacentes, o compromiso de ganglios linfáticos móviles sin ulceración.
IIIA Tumor de cualquier tamaño con extensión a los dos tercios superiores de la uretra, los dos tercios superiores de la vagina, la mucosa vesical, la mucosa rectal o metástasis ganglionares regionales ≤5 mm.
IIIB Metástasis ganglionares regionalesb >5 mm.
IIIC Metástasis ganglionares regionalesb con diseminación extracapsular.
Cuadro 4. Definiciones FIGO para los estadios IV, IVA y IVB a
Estadio Definición
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique.
aAdaptación de FIGO Committee on Gynecologic Oncology.[2]
bRegional indica los ganglios linfáticos inguinales o femorales.
IV Tumor de cualquier tamaño con fijación al hueso, metástasis ganglionares fijas o ulceradas, o metástasis a distancia.
IVA Enfermedad con fijación al ilíaco o metástasis ganglionares regionales fijas o ulceradasb.
IVB Metástasis a distancia.

El grado se notifica a los sistemas de registro y a veces difiere entre sistemas porque se usan clasificaciones de 2, 3 y 4 grados. Si no se aclara, el sistema que más se usa es el siguiente:[1]

  • GX: Grado no evaluable.
  • G1: Bien diferenciado.
  • G2: Moderadamente diferenciado
  • G3: Pobremente diferenciado.

En general, alrededor del 30 % de las pacientes con enfermedad operable exhiben diseminación ganglionar. El tipo histológico afecta la distribución de la diseminación. Los factores de riesgo de metástasis ganglionares son los siguientes:[4-8]

  • Estado ganglionar clínico.
  • Edad.
  • Grado de diferenciación tumoral.
  • Estadio tumoral.
  • Grosor tumoral.
  • Profundidad de la invasión estromal.
  • Invasión del espacio linfático capilar.

Las lesiones bien diferenciadas por lo general se diseminan por la superficie y producen poca invasión, mientras que las lesiones anaplásicas acarrean una mayor probabilidad de invasión profunda. La diseminación fuera de la vulva se produce a órganos adyacentes como la vagina, la uretra y el ano, o por medio del sistema linfático a los ganglios linfáticos inguinales o femorales, y luego a los ganglios pélvicos profundos. La diseminación hematógena es infrecuente.

Bibliografía
  1. Olawaiye AB, Hagemann I, Bhoshale P, et al.: Vulva. In: Goodman KA, Gollub M, Eng C, et al.: AJCC Cancer Staging System. Version 9. American Joint Committee on Cancer; American College of Surgeons, 2023.
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  3. Hopkins MP, Reid GC, Johnston CM, et al.: A comparison of staging systems for squamous cell carcinoma of the vulva. Gynecol Oncol 47 (1): 34-7, 1992. [PUBMED Abstract]
  4. Homesley HD, Bundy BN, Sedlis A, et al.: Assessment of current International Federation of Gynecology and Obstetrics staging of vulvar carcinoma relative to prognostic factors for survival (a Gynecologic Oncology Group study). Am J Obstet Gynecol 164 (4): 997-1003; discussion 1003-4, 1991. [PUBMED Abstract]
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  7. Binder SW, Huang I, Fu YS, et al.: Risk factors for the development of lymph node metastasis in vulvar squamous cell carcinoma. Gynecol Oncol 37 (1): 9-16, 1990. [PUBMED Abstract]
  8. Homesley HD, Bundy BN, Sedlis A, et al.: Prognostic factors for groin node metastasis in squamous cell carcinoma of the vulva (a Gynecologic Oncology Group study) Gynecol Oncol 49 (3): 279-83, 1993. [PUBMED Abstract]

Aspectos generales de las opciones de tratamiento del cáncer de vulva

El tratamiento primario del cáncer de vulva es quirúrgico. Además, las pacientes con enfermedad en estadio III o IV reciben radioterapia.[1-3] Las estrategias más nuevas integran la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, y permiten adaptar el tratamiento según el compromiso clínico y patológico de la enfermedad. Las pautas para la combinación de estas estrategias terapéuticas varían.[4]

Hay poca información sobre la eficacia del tratamiento para las pacientes con enfermedad avanzada (estadios III y IV) porque estos casos son infrecuentes y no se ha definido un régimen de quimioterapia estándar para estas pacientes. En ocasiones, los médicos ofrecen la participación en ensayos clínicos a las pacientes con enfermedad en estadio III o IV.

Para obtener más información sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.

Cuadro 5. Opciones de tratamiento del cáncer de vulva
Estadio (criterios de estadificación de FIGO) Opciones de tratamiento
FIGO = Fédération Internationale de Gynécologie et d’Obstétrique; VIN = neoplasia intraepitelial de la vulva.
VIN (no se incluye en la estadificación de FIGO) Cirugía
Imiquimod tópico
Cáncer de vulva en estadios I y II Cirugía
Cirugía y radioterapia
Radioterapia sola
Cáncer de vulva en estadio III Cirugía con radioterapia o sin esta
Radioterapia o quimiorradioterapia seguida de cirugía
Radioterapia con quimioterapia o sin esta
Cáncer de vulva en estadio IVA Cirugía
Cirugía y radioterapia
Radioterapia o quimiorradioterapia seguida de cirugía
Radioterapia con quimioterapia o sin esta
Cáncer de vulva en estadio IVB Quimioterapia
Cáncer de vulva recidivante Extirpación local amplia con radioterapia o sin esta
Vulvectomía radical y exenteración pélvica
Radioterapia y quimioterapia citotóxica sincrónicas, con cirugía o sin esta

Cirugía

Resección quirúrgica

Desde la década de 1980, la tendencia para la resección quirúrgica en las pacientes con cáncer de vulva es hacer una operación más limitada, que a menudo se combina con radioterapia a fin de reducir al mínimo la morbilidad.[5] Si durante el examen clínico se observa que los tumores están confinados en la vulva o el perineo, entonces se usa una extirpación local radical con un margen de por lo menos 1 cm en lugar de una vulvectomía radical, y se realiza una incisión separada en lugar de la disección ganglionar inguinal en bloque. En los tumores unilaterales, la disección ganglionar inguinal ipsilateral reemplazó la disección bilateral, y en muchos casos se omite la disección ganglionar femoral.[2,5-7] Sin embargo, las distintas técnicas quirúrgicas no se han sometido a una comparación directa en ensayos controlados aleatorizados. Además, en los estudios no aleatorizados no se usan definiciones uniformes para la estadificación ni descripciones exactas de la disección ganglionar o la radiación complementaria.[8][Niveles de evidencia C2 y C3] Por lo tanto el fundamento científico es escaso.

Disección de ganglio linfático centinela

Otra estrategia para reducir al mínimo la morbilidad de la disección ganglionar inguinal en las pacientes con enfermedad en estadio clínico temprano es la disección de ganglio linfático centinela (DGLC), de manera que solo se usa la disección inguinal cuando hay metástasis en uno o más ganglios linfáticos centinela.

Evidencia (disección de ganglio linfático centinela):

  1. En una serie de casos multicéntricos, 403 pacientes con cáncer de células escamosas primario de vulva de tamaño inferior a 4 cm y sin compromiso ganglionar inguinal se sometieron a 623 DGLC (con radiomarcador y tinción azul para la identificación del ganglio centinela).[9] Todas las pacientes se sometieron a resección radical del tumor primario. En el 26 % de los procedimientos de DGLC se identificaron metástasis ganglionares, posteriormente, estas pacientes se sometieron a una linfadenectomía inguinofemoral completa. Las pacientes sin compromiso de ganglios linfáticos centinela no recibieron otros tratamientos. El protocolo se modificó después de 2 casos de recidiva local entre 17 pacientes con tumores primarios multifocales, de manera que solo se permitió la participación de pacientes con tumores unifocales.[9][Nivel de evidencia C3]
    • La morbilidad local fue mucho más baja en las pacientes que se sometieron a DGLC en comparación con las pacientes que tenían compromiso de ganglio centinela y que se sometieron a una linfadenectomía inguinofemoral (consultar el Cuadro 6).
      Cuadro 6. Comparación a de la morbilidad local en pacientes sometidas a disección de ganglio linfático centinela versus esta disección acompañada de linfadenectomía inguinofemoral
      Complicaciones Morbilidad local de la DGLC (%) Morbilidad local de la DGLC y la linfadenectomía inguinofemoral (%)
      DGLC = disección de ganglio linfático centinela.
      aP < 0,0001 para todas las comparaciones.
      Dehiscencia de la herida 11,7 34
      Celulitis 4,5 21,3
      Linfedema crónico 1,9 25,2
    • La media de estadía hospitalaria fue de 8,4 días en las pacientes sometidas a DGLC y de 13,7 días en las pacientes sometidas a DGLC y linfadenectomía inguinofemoral (P < 0,0001).
    • La tasa de recidiva inguinal actuarial a los 2 años en todas las pacientes sin compromiso de ganglio centinela fue del 3 % (intervalo de confianza [IC] 95 %, 1–6 %), y en las pacientes con tumores primarios unifocales fue de 2 % (IC 95 %, 1–5 %).

Por lo tanto, la DGLC quizás sea útil cuando la hace un cirujano experto en el procedimiento, de manera que a veces elimina la necesidad de una disección ganglionar inguinal completa o de radioterapia en pacientes con ganglios linfáticos clínicamente sanos.

Radioterapia

Es posible usar la radioterapia en las pacientes que no tolerarían la cirugía o cuando la cirugía se contraindica por el sitio o el grado de la enfermedad.[10-13]

Se encuentran metástasis ganglionares inguinales en el 20 % al 35 % de las pacientes con tumores confinados en la vulva sin compromiso ganglionar.[9,14] La disección ganglionar es un aspecto tradicional del tratamiento quirúrgico primario para la mayoría de los tumores excepto para los tumores más pequeños. Algunos investigadores recomiendan el uso de la radioterapia para evitar la morbilidad de la disección ganglionar, pero no queda claro si la radioterapia produce las mismas tasas de control local y supervivencia que se obtienen con la disección ganglionar en las pacientes con enfermedad en estadio temprano.

Enfermedad localizada sin compromiso ganglionar

Se notificó un ensayo aleatorizado en el que se estudió la eficacia de la radioterapia en pacientes con cáncer de vulva clínicamente localizado.[14,15] En ese estudio, las mujeres con enfermedad clínicamente confinada en la vulva, sin sospecha clínica de metástasis ganglionar inguinal, se sometieron a vulvectomía radical seguida de radiación inguinal (50 Gy en fracciones de 2 Gy) o disección inguinal (con radiación inguinal si había compromiso ganglionar patológico). Aunque se proyectó la inclusión de 300 pacientes, el estudio se interrumpió después de la asignación al azar de 58 mujeres porque se identificaron desenlaces más precarios en las mujeres del grupo de radioterapia.

  • Se presentó recidiva inguinal en 5 de 27 (18,5 %) mujeres del grupo de radioterapia y en 0 de 25 mujeres del grupo de disección inguinal, pero esta diferencia no fue estadísticamente significativa (riesgo relativo [RR], 10,21; IC 95 %, 0,59–175,78).
  • En el grupo de radioterapia murieron 10 mujeres y en el grupo de disección inguinal murieron 3 mujeres (RR, 4,31; IC 95 %, 1,03–18,15).
  • La mortalidad específica de la enfermedad no fue estadísticamente diferente entre los dos grupos. Sin embargo, 8 mujeres murieron por complicaciones relacionadas con el cáncer de vulva en el grupo de radioterapia versus 2 mujeres en el grupo de disección inguinal (incluso una muerte relacionada con el procedimiento de disección inguinal) (RR, 3,70; IC 95 %, 0,87–15,80).[14,15][Nivel de evidencia A1]
  • Se presentaron menos casos de linfedema (ningún caso en el grupo de radioterapia vs. 7 casos en el grupo de disección inguinal), y una estadía hospitalaria más corta en las pacientes del grupo de radioterapia. La penetración de la dosis de radiación (3 cm para la dosis completa) se consideró inadecuada.[14]

En resumen, el ensayo se interrumpió de manera prematura, y es poco lo que se puede concluir sobre la eficacia relativa de los dos abordajes de tratamiento.[14]

Enfermedad con compromiso ganglionar pélvico

El uso de radioterapia pélvica se comparó con la disección ganglionar pélvica en pacientes con compromiso ganglionar pélvico documentado.

Evidencia (resección ganglionar pélvica vs. radioterapia pélvica):

  1. Las pacientes con carcinoma de células escamosas primario de vulva en estadios clínicos I a IV, en quienes se encontraron metástasis ganglionares inguinales durante la vulvectomía radical con disección ganglionar bilateral, se asignaron al azar (durante el procedimiento quirúrgico) a un grupo de resección ganglionar ipsilateral y un grupo de radioterapia pélvica (45–50 Gy a 1,8–2,0 Gy por fracción).[16] La inscripción proyectada de 152 pacientes se interrumpió después de la aleatorización de 114 pacientes debido a que se percibió un beneficio emergente de la radioterapia. Sin embargo, el aparente beneficio de la radiación se atenuó después durante el seguimiento.[16][Nivel de evidencia A1]
    • Tras una mediana de seguimiento de 74 meses, la tasa de supervivencia general (SG) a 6 años fue del 51 % en el grupo de radioterapia pélvica versus 41 % en el grupo de disección ganglionar pélvica (cociente de riesgos instantáneos [CRI], 0,61; IC 95 %, 0,3–1,3; P = 0,18).
    • La mortalidad específica del cáncer de vulva fue inferior en el grupo de radioterapia pélvica, y la diferencia fue estadísticamente significativa (29 % en el grupo de radioterapia pélvica vs. el 51 % en el grupo de resección ganglionar pélvica) (CRI, 0,49; IC 95 %, 0,28–0,87; P = 0,015). No obstante, se presentaron 14 muertes intercurrentes en el grupo de radioterapia pélvica versus 2 muertes en el grupo de resección ganglionar pélvica.
    • El linfedema crónico tardío fue similar en ambos grupos del ensayo, el 16 % en el grupo de radioterapia pélvica y el 22 % en el grupo de resección ganglionar pélvica.

Quimioterapia

No hay una quimioterapia estándar para el cáncer de vulva, y los informes que describen el uso de esta modalidad de tratamiento en el entorno de la enfermedad metastásica o recidivante son esporádicos.[5]

La quimioterapia se ha estudiado para usarla en combinación con la radioterapia en el entorno neoadyuvante o como tratamiento primario en la enfermedad avanzada a partir de la extrapolación de los regímenes que se usan para los cánceres de células escamosas de ano y cuello uterino. Los regímenes de quimioterapia incluyen varias combinaciones de fluorouracilo (5-FU), cisplatino, mitomicina o bleomicina.[5]

No hay evidencia clara de mejoría de la supervivencia o efectos paliativos. Debido a que muchas pacientes con cáncer de vulva avanzado o recidivante son de edad avanzada o tienen comorbilidades, la tolerabilidad farmacológica es un aspecto importante durante la administración de estos fármacos.

Tratamiento sistémico para las pacientes inoperables

No se encontraron ensayos aleatorizados en una revisión sistemática sobre el uso de quimiorradioterapia neoadyuvante en pacientes inoperables o que necesitaban una cirugía extensa, como exenteración pélvica, colostomía o derivación urinaria.[17] Se revisaron 5 estudios no aleatorizados que cumplieron con los criterios de inclusión sobre la administración de quimiorradioterapia neoadyuvante en esta población con el fin de intentar una cirugía curativa.[18-22] En los 5 estudios se usaron 4 programas diferentes de quimiorradioterapia y técnicas de fraccionamiento de las dosis de radioterapia. En los 4 estudios en los que se usó 5-FU con cisplatino o mitomicina, la tasa de operabilidad después de la quimiorradioterapia osciló entre el 63 % y el 92 %.[18-21] En un estudio que usó bleomicina, la tasa de operabilidad solo fue de 20 %.[22]

En resumen, la evidencia indica que la quimiorradioterapia prequirúrgica con 5-FU y cisplatino o mitomicina quizás aumente la operabilidad de las pacientes, pero el fundamento científico está limitado por el diseño del estudio. Además de la escasez de ensayos aleatorizados, la interpretación de estos estudios es complicada por la falta de una definición estándar de operabilidad.[4][Nivel de evidencia C3] La toxicidad del tratamiento es considerable.

Tratamiento sistémico para las pacientes operables

Hay poca evidencia sobre el uso de quimiorradioterapia neoadyuvante para el cáncer de vulva operable en estadio avanzado, y los datos disponibles no indican una ventaja de este abordaje. En una revisión sistemática solo se encontró un ensayo aleatorizado sobre este tema que se publicó como resumen.[4,23] En ese ensayo, se asignó al azar a 68 pacientes con cáncer de vulva avanzado (T2* >4 cm, T3*, cualquier caso con compromiso ganglionar) para recibir radioterapia neoadyuvante prequirúrgica (50 Gy) con 5-FU y mitomicina simultáneas, o someterse a cirugía primaria. La toxicidad grave relacionada con el tratamiento neoadyuvante fue alta (13 de 24 pacientes; 10 pacientes presentaron dehiscencia de la herida). Después de una media de seguimiento de 42 meses, la tasa de SG a 5 años fue del 30 % en el grupo de quimiorradioterapia neoadyuvante y del 49 % en el grupo de cirugía primaria (RRde muerte, 1,39; IC de 95 %, 0,94–2,06; P = 0,19).[4,23][Nivel de evidencia A1] [Nota: *T2 se define como un tumor confinado en la vulva o el perineo, que mide más de 2 cm en su mayor dimensión, y T3 se define como un tumor con invasión de cualquiera de las siguientes partes: porción inferior de la uretra, vagina o ano.]

Administración de fluorouracilo

El gen DPYD codifica la enzima que cataboliza las pirimidinas y las fluoropirimidinas, como la capecitabina y el fluorouracilo. Se estima que entre el 1 % y el 2 % de la población tiene variantes defectuosas de DPYD que reducen la función de la proteína DPD y la acumulación de pirimidinas y fluoropirimidinas en el cuerpo.[24,25] Los pacientes con la variante DPYD*2A que reciben fluoropirimidinas quizás presenten efectos tóxicos graves que ponen en riesgo la salud, y a veces son mortales. Se han identificado muchas otras variantes de DPYD, con diferentes efectos clínicos.[24-26] Es posible que se recomiende evitar la fluoropirimidina o reducir la dosis al 50 % según el genotipo DPYD del paciente y el número de alelos funcionales de DPYD.[27-29] Las pruebas genéticas para DPYD cuestan menos de $200, pero la cobertura del seguro varía debido a la falta de directrices nacionales.[30] Además, es posible que las pruebas retrasen el tratamiento por 2 semanas, lo que no sería aconsejable en casos de urgencia. Este tema es objeto de controversia y requiere evaluación adicional.[31]

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  21. Moore DH, Thomas GM, Montana GS, et al.: Preoperative chemoradiation for advanced vulvar cancer: a phase II study of the Gynecologic Oncology Group. Int J Radiat Oncol Biol Phys 42 (1): 79-85, 1998. [PUBMED Abstract]
  22. Scheiströen M, Tropé C: Combined bleomycin and irradiation in preoperative treatment of advanced squamous cell carcinoma of the vulva. Acta Oncol 32 (6): 657-61, 1993. [PUBMED Abstract]
  23. Maneo A, Landoni F, Colombo A, et al.: Randomised study between neoadjuvant chemoradiotherapy and primary surgery for the treatment of advanced vulvar cancer. [Abstract] Int J Gynecol Cancer 13 (Suppl 1): A-PL19, 6, 2003.
  24. Sharma BB, Rai K, Blunt H, et al.: Pathogenic DPYD Variants and Treatment-Related Mortality in Patients Receiving Fluoropyrimidine Chemotherapy: A Systematic Review and Meta-Analysis. Oncologist 26 (12): 1008-1016, 2021. [PUBMED Abstract]
  25. Lam SW, Guchelaar HJ, Boven E: The role of pharmacogenetics in capecitabine efficacy and toxicity. Cancer Treat Rev 50: 9-22, 2016. [PUBMED Abstract]
  26. Shakeel F, Fang F, Kwon JW, et al.: Patients carrying DPYD variant alleles have increased risk of severe toxicity and related treatment modifications during fluoropyrimidine chemotherapy. Pharmacogenomics 22 (3): 145-155, 2021. [PUBMED Abstract]
  27. Amstutz U, Henricks LM, Offer SM, et al.: Clinical Pharmacogenetics Implementation Consortium (CPIC) Guideline for Dihydropyrimidine Dehydrogenase Genotype and Fluoropyrimidine Dosing: 2017 Update. Clin Pharmacol Ther 103 (2): 210-216, 2018. [PUBMED Abstract]
  28. Henricks LM, Lunenburg CATC, de Man FM, et al.: DPYD genotype-guided dose individualisation of fluoropyrimidine therapy in patients with cancer: a prospective safety analysis. Lancet Oncol 19 (11): 1459-1467, 2018. [PUBMED Abstract]
  29. Lau-Min KS, Varughese LA, Nelson MN, et al.: Preemptive pharmacogenetic testing to guide chemotherapy dosing in patients with gastrointestinal malignancies: a qualitative study of barriers to implementation. BMC Cancer 22 (1): 47, 2022. [PUBMED Abstract]
  30. Brooks GA, Tapp S, Daly AT, et al.: Cost-effectiveness of DPYD Genotyping Prior to Fluoropyrimidine-based Adjuvant Chemotherapy for Colon Cancer. Clin Colorectal Cancer 21 (3): e189-e195, 2022. [PUBMED Abstract]
  31. Baker SD, Bates SE, Brooks GA, et al.: DPYD Testing: Time to Put Patient Safety First. J Clin Oncol 41 (15): 2701-2705, 2023. [PUBMED Abstract]

Tratamiento de la neoplasia intraepitelial de vulva

Opciones de tratamiento de la neoplasia intraepitelial de vulva

Las opciones de tratamiento de la neoplasia intraepitelial de vulva son las siguientes:

  1. Cirugía.
    • Extirpación independiente de las lesiones focales.[1]
    • Extirpación local amplia.[1]
    • Cirugía con láser de dióxido de carbono (CO2) y vaporización.[2,3] Una desventaja de la vaporización es que no se obtiene tejido para el examen histológico a fin de confirmar la extirpación completa de la lesión y la ausencia de enfermedad invasiva.
    • Aspiración quirúrgica ultrasónica.[2,3]
    • Vulvectomía cutánea superficial (tegumentaria) con injerto o sin este.[1]
  2. Imiquimod tópico para las pacientes que quieren evitar la cirugía.[4-8]

Tradicionalmente se han usado tres grados de VIN; sin embargo, no se ha comprobado que los tres grados correspondan al mismo proceso biológico continuo o de que el grado 1 sea una lesión precancerosa. En 2004, la International Society for the Study of Vulvar Disease (ISSVD) modificó la terminología, y reservó la designación de VIN para dos categorías de lesiones a partir del aspecto morfológico.[9] En 2015, la ISSVD formuló nueva terminología para las lesiones escamosas intraepiteliales (SIL) de la vulva, de la siguiente manera:[10]

  • La SIL de grado bajo de la vulva (LSIL vulvar) abarca el condiloma plano o el efecto del virus del papiloma humano.
  • La SIL de grado alto (HSIL vulvar) se llamaba VIN de tipo común en la terminología del 2004 de la ISSVD.
  • VIN de tipo diferenciada.

El tratamiento de la VIN de grado alto a menudo es una terapia activa debido a un riesgo más alto de progresión a enfermedad invasiva.[2] Las tasas de progresión estimadas son imprecisas. En una revisión sistemática de la bibliografía médica que incluyó a 88 pacientes con VIN 3 no tratadas, se notificó una tasa de progresión de 9 % (8 de 88 pacientes) a cáncer de vulva invasivo durante 12 a 96 meses de observación. En la misma revisión, la tasa de regresión espontánea fue del 1,2 %, y todos los casos se presentaron en mujeres menores de 35 años.[1] Sin embargo, en un estudio de un solo centro, 10 de 63 (16 %) mujeres con VIN 2 o VIN 3 no tratadas exhibieron progresión a cáncer invasivo después de una media de 3,9 años.[11]

Las lesiones de las VIN son multifocales o confluentes y extensas. Es importante obtener múltiples biopsias para planificar el tratamiento y excluir una enfermedad invasiva oculta. La VIN en áreas no pilosas se considera una enfermedad epitelial; sin embargo, la VIN en sitios pilosos afecta al aparato pilosebáceo y requiere una extirpación más profunda porque se puede diseminar por las raíces del pelo.

Cirugía

El abordaje terapéutico principal es quirúrgico, pero no hay acuerdo sobre el procedimiento quirúrgico ideal. El objetivo de la cirugía es extirpar o destruir la lesión VIN completa y preservar las características anatómicas y funcionales de la vulva. Una vulvectomía simple produce una tasa de supervivencia a 5 años de casi el 100 %; sin embargo, pocas veces está indicada. Otros procedimientos quirúrgicos más limitados, como la extirpación independiente de múltiples lesiones causan menos deformidad.[12] La elección del tratamiento depende de la extensión de la enfermedad y la experiencia del médico. No hay datos de comparación confiables sobre la eficacia y la inocuidad de los diferentes abordajes quirúrgicos.

En una revisión sistemática de la bibliografía se identificó solo un ensayo aleatorizado de comparación de abordajes quirúrgicos.[2] En ese ensayo, 30 mujeres con VIN de grado alto fueron asignadas al azar a recibir ablación con láser de CO2 o aspiración quirúrgica ultrasónica.[3] No se presentaron diferencias estadísticamente significativas en la recidiva de la enfermedad, disuria o micción urente, adherencias o cicatrización en el periodo entre 2 tratamientos, después de 1 año de seguimiento. Se observó cicatrización en 5 de 16 mujeres tratadas con ablación por láser, y 0 de 14 mujeres tratadas con aspiración quirúrgica ultrasónica (P < 0,01), pero no se notificaron las consecuencias de la cicatrización en el funcionamiento sexual o la calidad de vida.[3][Nivel de evidencia B1] El ensayo clínico fue muy pequeño como para permitir conclusiones confiables sobre la eficacia relativa de estas técnicas quirúrgicas. El resto de la bibliografía sobre la cirugía se deriva de series de casos y es proclive a sesgos importantes.[Nivel de evidencia C2]

Sin importar el procedimiento que se use, todas las pacientes exhiben un riesgo alto de recidiva, en especial, cuando las lesiones son de grado alto o multifocales.[13] Los sitios de recidiva más frecuentes son la piel perianal, el área presacra y el prepucio del clítoris. Cerca del 4 % de las pacientes tratadas por una VIN luego presentan un cáncer invasivo.[14,15]

Intervenciones no quirúrgicas

Imiquimod tópico

En las mujeres con VIN de grado alto, se notificaron tasas de respuesta importantes y tolerabilidad aceptable con el uso tópico de imiquimod al 5 %, un modificador de la respuesta inmunitaria con actividad contra los condilomas de vulva relacionados con el VPH 6 y el VPH 11.

Evidencia (imiquimod):

  1. En revistas con revisión externa o en formato de resumen se notificaron 3 ensayos aleatorizados controlados con placebo (104 pacientes en total) en los que se evaluó la respuesta clínica como criterio principal de valoración.[7];[4-6][Nivel de evidencia B3] Los resultados de estos ensayos se resumen en una revisión sistemática.[8]
    • Entre los 5 y 6 meses, las tasas de respuesta completa fueron de 36 entre 62 pacientes en el grupo de imiquimod combinado versus 0 entre 42 pacientes en el grupo de placebo combinado, y las tasas de respuesta parcial fueron de 18 entre 62 pacientes en el grupo de imiquimod combinado versus 1 entre 42 en el grupo de placebo combinado (riesgo relativo, 11,95; intervalo de confianza 95 %, 3,21–44,51).
    • No hubo diferencia en la tasa de progresión en el único ensayo en el que se notificó progresión al cáncer a los 12 meses, pero la potencia del ensayo fue demasiado baja porque sólo 3 de las 52 participantes presentaron enfermedad invasiva a los 12 meses.[6]
    • En el único ensayo en el que se notificaron resultados de calidad de vida,[6] no se observaron diferencias entre el imiquimod y el placebo.
    • Los efectos secundarios locales del imiquimod fueron dolor, edema, eritema y un caso único de excoriación. Sin embargo, ningún paciente tuvo que interrumpir el tratamiento debido a toxicidad.
Otras intervenciones no quirúrgicas

Los abordajes no quirúrgicos se han estudiado porque los procedimientos quirúrgicos en la vulva producen morbilidad física y psicosexual. Algunos de estos abordajes, como el fluorouracilo tópico, el interferón gamma recombinante, la bleomicina y el trinitroclorobenceno, ya no se usan por las tasa altas de recidiva o por los efectos secundarios locales intolerables, como dolor, irritación y ulceración.[8,16]

También se ha empleado la terapia fotodinámica con aplicación tópica de ácido 5-aminolevulínico como sensibilizador para una luz láser de 635 nm. Sin embargo, los datos se limitan a series de casos pequeñas con tasas de respuesta variables.[17,18][Nivel de evidencia C3]

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.

Bibliografía
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  2. Kaushik S, Pepas L, Nordin A, et al.: Surgical interventions for high grade vulval intraepithelial neoplasia. Cochrane Database Syst Rev (1): CD007928, 2011. [PUBMED Abstract]
  3. von Gruenigen VE, Gibbons HE, Gibbins K, et al.: Surgical treatments for vulvar and vaginal dysplasia: a randomized controlled trial. Obstet Gynecol 109 (4): 942-7, 2007. [PUBMED Abstract]
  4. Sterling JC, Smith NA, Loo WJ, et al.: Randomized, doubleblind, placebo-controlled trial for treatment of high grade vulval intraepithelial neoplasia with imiquimod. [Abstract] J Eur Acad Derm Venereol 19 (Suppl 2): A-FC06.1, 22, 2005.
  5. Mathiesen O, Buus SK, Cramers M: Topical imiquimod can reverse vulvar intraepithelial neoplasia: a randomised, double-blinded study. Gynecol Oncol 107 (2): 219-22, 2007. [PUBMED Abstract]
  6. van Seters M, van Beurden M, ten Kate FJ, et al.: Treatment of vulvar intraepithelial neoplasia with topical imiquimod. N Engl J Med 358 (14): 1465-73, 2008. [PUBMED Abstract]
  7. Terlou A, van Seters M, Ewing PC, et al.: Treatment of vulvar intraepithelial neoplasia with topical imiquimod: seven years median follow-up of a randomized clinical trial. Gynecol Oncol 121 (1): 157-62, 2011. [PUBMED Abstract]
  8. Pepas L, Kaushik S, Bryant A, et al.: Medical interventions for high grade vulval intraepithelial neoplasia. Cochrane Database Syst Rev (4): CD007924, 2011. [PUBMED Abstract]
  9. Sideri M, Jones RW, Wilkinson EJ, et al.: Squamous vulvar intraepithelial neoplasia: 2004 modified terminology, ISSVD Vulvar Oncology Subcommittee. J Reprod Med 50 (11): 807-10, 2005. [PUBMED Abstract]
  10. Bornstein J, Bogliatto F, Haefner HK, et al.: The 2015 International Society for the Study of Vulvovaginal Disease (ISSVD) Terminology of Vulvar Squamous Intraepithelial Lesions. J Low Genit Tract Dis 20 (1): 11-4, 2016. [PUBMED Abstract]
  11. Jones RW, Rowan DM, Stewart AW: Vulvar intraepithelial neoplasia: aspects of the natural history and outcome in 405 women. Obstet Gynecol 106 (6): 1319-26, 2005. [PUBMED Abstract]
  12. Eifel PJ, Klopp AH, Berek JS, et al.: Cancer of the cervix, vagina, and vulva. In: DeVita VT Jr, Lawrence TS, Rosenberg SA, et al., eds.: DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles & Practice of Oncology. 11th ed. Wolters Kluwer, 2019, pp 1171-1210.
  13. Küppers V, Stiller M, Somville T, et al.: Risk factors for recurrent VIN. Role of multifocality and grade of disease. J Reprod Med 42 (3): 140-4, 1997. [PUBMED Abstract]
  14. Buscema J, Woodruff JD, Parmley TH, et al.: Carcinoma in situ of the vulva. Obstet Gynecol 55 (2): 225-30, 1980. [PUBMED Abstract]
  15. Jones RW, Rowan DM: Vulvar intraepithelial neoplasia III: a clinical study of the outcome in 113 cases with relation to the later development of invasive vulvar carcinoma. Obstet Gynecol 84 (5): 741-5, 1994. [PUBMED Abstract]
  16. Sillman FH, Sedlis A, Boyce JG: A review of lower genital intraepithelial neoplasia and the use of topical 5-fluorouracil. Obstet Gynecol Surv 40 (4): 190-220, 1985. [PUBMED Abstract]
  17. Hillemanns P, Untch M, Dannecker C, et al.: Photodynamic therapy of vulvar intraepithelial neoplasia using 5-aminolevulinic acid. Int J Cancer 85 (5): 649-53, 2000. [PUBMED Abstract]
  18. Fehr MK, Hornung R, Schwarz VA, et al.: Photodynamic therapy of vulvar intraepithelial neoplasia III using topically applied 5-aminolevulinic acid. Gynecol Oncol 80 (1): 62-6, 2001. [PUBMED Abstract]

Tratamiento del cáncer de vulva en estadios I y II

Opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadios I y II

Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio I y estadio II son las siguientes:

Cirugía

Extirpación local radical con disección ganglionar inguinal y femoral ipsilateral o bilateral. Para las lesiones en estadio I con microinvasión (<1 mm de invasión) sin distrofia vulvar grave asociada, es posible hacer una extirpación amplia (margen de 1 cm, sin disección de ganglios linfáticos). Es posible hacer una extirpación radical local con linfadenectomía unilateral completa para el resto de las lesiones en estadio I, siempre y cuando sean laterales, sin distrofia difusa grave ni compromiso ganglionar.[1] Las pacientes aptas para este procedimiento deben tener lesiones que midan 2 cm o menos de diámetro y 5 mm o menos de invasión, sin invasión del espacio linfático capilar ni compromiso clínico ganglionar.[2,3]

En las pacientes con enfermedad en estadio II, es posible que los tumores grandes T2* exijan una vulvectomía radical modificada o una vulvectomía radical.[4] [Nota: *T2 se define como un tumor confinado en la vulva o el perineo, que mide más de 2 cm en su mayor dimensión.]

Para la enfermedad en estadio I y estadio II, se indica la extirpación local radical y la disección de ganglio centinela, mientras que la disección inguinal se reserva para las pacientes con metástasis en uno o más ganglios centinelas.[5]

Cirugía y radioterapia

Algunos investigadores recomiendan la extirpación radical y la radioterapia ganglionar inguinal como una manera de evitar la morbilidad de la disección ganglionar. No queda claro si la radioterapia produce las mismas tasas de control local y supervivencia que se obtienen con la disección ganglionar en las pacientes con enfermedad en estadio temprano. Un ensayo aleatorizado que abordó este problema en pacientes con enfermedad vulvar clínicamente localizada se interrumpió de manera prematura porque se identificaron desenlaces más precarios en las mujeres del grupo de radioterapia.[6,7] Para la enfermedad en estadio II, la radioterapia adyuvante local quizás esté indicada cuando se obtienen márgenes quirúrgicos de menos de 8 mm, hay invasión del espacio linfático capilar y el grosor es superior a 5 mm.[8,9]

Radioterapia sola

Es posible que la radioterapia radical produzca una supervivencia favorable en las pacientes incapaces de tolerar una cirugía radical o que no reúnen los requisitos para someterse a cirugía debido al sitio o la extensión de la enfermedad.[10-13]

Ensayos clínicos en curso

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  4. Eifel PJ, Klopp AH, Berek JS, et al.: Cancer of the cervix, vagina, and vulva. In: DeVita VT Jr, Lawrence TS, Rosenberg SA, et al., eds.: DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles & Practice of Oncology. 11th ed. Wolters Kluwer, 2019, pp 1171-1210.
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  11. Slevin NJ, Pointon RC: Radical radiotherapy for carcinoma of the vulva. Br J Radiol 62 (734): 145-7, 1989. [PUBMED Abstract]
  12. Perez CA, Grigsby PW, Galakatos A, et al.: Radiation therapy in management of carcinoma of the vulva with emphasis on conservation therapy. Cancer 71 (11): 3707-16, 1993. [PUBMED Abstract]
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Tratamiento del cáncer de vulva en estadio III

Opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio III

Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio III son las siguientes:

Cirugía con radioterapia o sin esta

El tratamiento estándar es vulvectomía radical modificada o vulvectomía radical con linfadenectomía inguinal y femoral.[1] El compromiso ganglionar es un determinante central para la supervivencia. La radioterapia se administra a las pacientes con lesiones primarias grandes y márgenes estrechos. La radioterapia se dirige a la pelvis y la ingle si hay compromiso ganglionar.[2] Por lo general, se administra radioterapia dirigida a la pelvis y la ingle si hay compromiso de dos o más ganglios linfáticos inguinales.[2,3]

A veces también se indica el uso de radioterapia adyuvante localizada en dosis de 45 a 50 Gy cuando hay invasión del espacio linfático capilar y un grosor superior a 5 mm, en especial, si hay compromiso ganglionar.[1]

Radioterapia o quimiorradioterapia seguida de cirugía

Es posible usar radioterapia neoadyuvante preoperatoria o quimiorradioterapia para mejorar la operabilidad e incluso disminuir la extensión de la cirugía.[4-10]

Radioterapia con quimioterapia o sin esta

Es posible que la radioterapia radical produzca una supervivencia prolongada en las pacientes que no pueden tolerar una cirugía radical o que no reúnen los requisitos para someterse a cirugía debido al sitio o la extensión de la enfermedad.[11,12] Algunos médicos prefieren añadir de manera simultánea fluorouracilo (5-FU), o 5-FU y cisplatino.[1,13]

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  3. Homesley HD, Bundy BN, Sedlis A, et al.: Prognostic factors for groin node metastasis in squamous cell carcinoma of the vulva (a Gynecologic Oncology Group study) Gynecol Oncol 49 (3): 279-83, 1993. [PUBMED Abstract]
  4. Boronow RC, Hickman BT, Reagan MT, et al.: Combined therapy as an alternative to exenteration for locally advanced vulvovaginal cancer. II. Results, complications, and dosimetric and surgical considerations. Am J Clin Oncol 10 (2): 171-81, 1987. [PUBMED Abstract]
  5. Anderson JM, Cassady JR, Shimm DS, et al.: Vulvar carcinoma. Int J Radiat Oncol Biol Phys 32 (5): 1351-7, 1995. [PUBMED Abstract]
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  8. Landoni F, Maneo A, Zanetta G, et al.: Concurrent preoperative chemotherapy with 5-fluorouracil and mitomycin C and radiotherapy (FUMIR) followed by limited surgery in locally advanced and recurrent vulvar carcinoma. Gynecol Oncol 61 (3): 321-7, 1996. [PUBMED Abstract]
  9. Montana GS, Thomas GM, Moore DH, et al.: Preoperative chemo-radiation for carcinoma of the vulva with N2/N3 nodes: a gynecologic oncology group study. Int J Radiat Oncol Biol Phys 48 (4): 1007-13, 2000. [PUBMED Abstract]
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  12. Slevin NJ, Pointon RC: Radical radiotherapy for carcinoma of the vulva. Br J Radiol 62 (734): 145-7, 1989. [PUBMED Abstract]
  13. Eifel PJ, Klopp AH, Berek JS, et al.: Cancer of the cervix, vagina, and vulva. In: DeVita VT Jr, Lawrence TS, Rosenberg SA, et al., eds.: DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles & Practice of Oncology. 11th ed. Wolters Kluwer, 2019, pp 1171-1210.

Tratamiento del cáncer de vulva en estadio IVA

Opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio IVA

Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio IVA son las siguientes:

Cirugía

Es posible que el tratamiento indicado para las pacientes con cáncer de vulva en estadio IVA sea vulvectomía radical y exenteración pélvica.

Cirugía y radioterapia

A veces se usa cirugía seguida de radioterapia después de la resección de lesiones grandes con márgenes estrechos. También se indica el uso de radioterapia adyuvante localizada en dosis de 45 a 50 Gy cuando hay invasión del espacio linfático capilar y un grosor superior a 5 mm.[1] Se administra radioterapia dirigida a la pelvis y la ingle si hay compromiso de uno o más ganglios linfáticos inguinales.[2,3]

Radioterapia o quimiorradioterapia seguida de cirugía

A veces se administra radioterapia neoadyuvante o quimiorradioterapia para lesiones primarias grandes (a fin de mejorar la operabilidad) seguida de cirugía radical.[4-10]

Radioterapia con quimioterapia o sin esta

Es posible que la radioterapia radical produzca una supervivencia prolongada en las pacientes que no pueden tolerar una vulvectomía radical o que no se consideran aptas para someterse a cirugía debido al sitio o la extensión de la enfermedad.[11,12] Cuando se usa radioterapia como tratamiento primario definitivo del cáncer de vulva, algunos médicos prefieren añadir de manera simultánea fluorouracilo (5-FU), o 5-FU y cisplatino.[1,13-17]

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  7. Eifel PJ, Morris M, Burke TW, et al.: Prolonged continuous infusion cisplatin and 5-fluorouracil with radiation for locally advanced carcinoma of the vulva. Gynecol Oncol 59 (1): 51-6, 1995. [PUBMED Abstract]
  8. Landoni F, Maneo A, Zanetta G, et al.: Concurrent preoperative chemotherapy with 5-fluorouracil and mitomycin C and radiotherapy (FUMIR) followed by limited surgery in locally advanced and recurrent vulvar carcinoma. Gynecol Oncol 61 (3): 321-7, 1996. [PUBMED Abstract]
  9. Montana GS, Thomas GM, Moore DH, et al.: Preoperative chemo-radiation for carcinoma of the vulva with N2/N3 nodes: a gynecologic oncology group study. Int J Radiat Oncol Biol Phys 48 (4): 1007-13, 2000. [PUBMED Abstract]
  10. Moore DH, Thomas GM, Montana GS, et al.: Preoperative chemoradiation for advanced vulvar cancer: a phase II study of the Gynecologic Oncology Group. Int J Radiat Oncol Biol Phys 42 (1): 79-85, 1998. [PUBMED Abstract]
  11. Slevin NJ, Pointon RC: Radical radiotherapy for carcinoma of the vulva. Br J Radiol 62 (734): 145-7, 1989. [PUBMED Abstract]
  12. Perez CA, Grigsby PW, Galakatos A, et al.: Radiation therapy in management of carcinoma of the vulva with emphasis on conservation therapy. Cancer 71 (11): 3707-16, 1993. [PUBMED Abstract]
  13. Russell AH, Mesic JB, Scudder SA, et al.: Synchronous radiation and cytotoxic chemotherapy for locally advanced or recurrent squamous cancer of the vulva. Gynecol Oncol 47 (1): 14-20, 1992. [PUBMED Abstract]
  14. Berek JS, Heaps JM, Fu YS, et al.: Concurrent cisplatin and 5-fluorouracil chemotherapy and radiation therapy for advanced-stage squamous carcinoma of the vulva. Gynecol Oncol 42 (3): 197-201, 1991. [PUBMED Abstract]
  15. Koh WJ, Wallace HJ, Greer BE, et al.: Combined radiotherapy and chemotherapy in the management of local-regionally advanced vulvar cancer. Int J Radiat Oncol Biol Phys 26 (5): 809-16, 1993. [PUBMED Abstract]
  16. Thomas G, Dembo A, DePetrillo A, et al.: Concurrent radiation and chemotherapy in vulvar carcinoma. Gynecol Oncol 34 (3): 263-7, 1989. [PUBMED Abstract]
  17. Eifel PJ, Klopp AH, Berek JS, et al.: Cancer of the cervix, vagina, and vulva. In: DeVita VT Jr, Lawrence TS, Rosenberg SA, et al., eds.: DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles & Practice of Oncology. 11th ed. Wolters Kluwer, 2019, pp 1171-1210.

Tratamiento del cáncer de vulva en estadio IVB

Opciones de tratamiento del cáncer de vulva en estadio IVB

No hay un abordaje de tratamiento estándar del cáncer de vulva en estadio IVB.

El tratamiento local se debe personalizar según la extensión de la enfermedad local y metastásica.

No hay una quimioterapia estándar para la enfermedad metastásica, y los informes sobre el uso de esta modalidad son esporádicos.[1] Sin embargo, se ha estudiado el uso de la quimioterapia a partir de la extrapolación de los regímenes que se usan para los cánceres de ano y cuello uterino. Estos regímenes incluyen diferentes combinaciones de fluorouracilo, cisplatino, mitomicina o bleomicina.[1-3] Debido que muchas pacientes con cáncer de vulva avanzado o recidivante son de edad avanzada o tienen comorbilidades, la tolerabilidad farmacológica es un aspecto importante durante la administración de estos fármacos.

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.

Bibliografía
  1. Eifel PJ, Klopp AH, Berek JS, et al.: Cancer of the cervix, vagina, and vulva. In: DeVita VT Jr, Lawrence TS, Rosenberg SA, et al., eds.: DeVita, Hellman, and Rosenberg’s Cancer: Principles & Practice of Oncology. 11th ed. Wolters Kluwer, 2019, pp 1171-1210.
  2. van Doorn HC, Ansink A, Verhaar-Langereis M, et al.: Neoadjuvant chemoradiation for advanced primary vulvar cancer. Cochrane Database Syst Rev 3: CD003752, 2006. [PUBMED Abstract]
  3. Cormio G, Loizzi V, Gissi F, et al.: Cisplatin and vinorelbine chemotherapy in recurrent vulvar carcinoma. Oncology 77 (5): 281-4, 2009. [PUBMED Abstract]

Tratamiento del cáncer de vulva recidivante

Opciones de tratamiento del cáncer de vulva recidivante

Las opciones de tratamiento del cáncer de vulva recidivante son las siguientes:

  1. Extirpación local amplia con radioterapia o sin esta, en pacientes con recidiva local.
  2. Vulvectomía radical y exenteración pélvica en pacientes con recidiva local.
  3. Radioterapia y quimioterapia citotóxica sincrónicas con cirugía o sin esta.[1]

El tratamiento y el desenlace dependen del sitio y la extensión de la recidiva.[2] A veces se considera la extirpación radical de la recidiva localizada cuando es técnicamente posible.[3] En algunas pacientes se usa la radioterapia paliativa. El uso de radioterapia, con o sin quimioterapia, produce periodos sin enfermedad prolongado en determinadas pacientes con una recidiva local pequeña.[1,4,5] Cuando la recidiva local se produce después de 2 años del tratamiento primario, el uso de radioterapia y cirugía a veces produce una tasa de supervivencia a 5 años superior al 50 %[6,7]

Ensayos clínicos en curso

Realizar una búsqueda avanzada en inglés de los ensayos clínicos sobre cáncer auspiciados por el NCI que ahora aceptan pacientes. La búsqueda se puede simplificar por ubicación del ensayo, tipo de tratamiento, nombre del fármaco y otros criterios. También se dispone de información general sobre los ensayos clínicos.

Bibliografía
  1. Russell AH, Mesic JB, Scudder SA, et al.: Synchronous radiation and cytotoxic chemotherapy for locally advanced or recurrent squamous cancer of the vulva. Gynecol Oncol 47 (1): 14-20, 1992. [PUBMED Abstract]
  2. Piura B, Masotina A, Murdoch J, et al.: Recurrent squamous cell carcinoma of the vulva: a study of 73 cases. Gynecol Oncol 48 (2): 189-95, 1993. [PUBMED Abstract]
  3. Hopkins MP, Reid GC, Morley GW: The surgical management of recurrent squamous cell carcinoma of the vulva. Obstet Gynecol 75 (6): 1001-5, 1990. [PUBMED Abstract]
  4. Miyazawa K, Nori D, Hilaris BS, et al.: Role of radiation therapy in the treatment of advanced vulvar carcinoma. J Reprod Med 28 (8): 539-41, 1983. [PUBMED Abstract]
  5. Thomas G, Dembo A, DePetrillo A, et al.: Concurrent radiation and chemotherapy in vulvar carcinoma. Gynecol Oncol 34 (3): 263-7, 1989. [PUBMED Abstract]
  6. Podratz KC, Symmonds RE, Taylor WF, et al.: Carcinoma of the vulva: analysis of treatment and survival. Obstet Gynecol 61 (1): 63-74, 1983. [PUBMED Abstract]
  7. Shimm DS, Fuller AF, Orlow EL, et al.: Prognostic variables in the treatment of squamous cell carcinoma of the vulva. Gynecol Oncol 24 (3): 343-58, 1986. [PUBMED Abstract]

Actualizaciones más recientes a este resumen (02/29/2024)

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Información general sobre el cáncer de vulva

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Cada mes, los integrantes de este consejo revisan los artículos publicados recientemente para determinar lo siguiente:

  • Si el artículo se debe analizar en una reunión del consejo.
  • Si conviene añadir texto acerca del artículo.
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Los cambios en los resúmenes se deciden mediante consenso de los integrantes del consejo después de evaluar la solidez de la evidencia de los artículos publicados y determinar la forma de incorporar el artículo en el resumen.

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  • Fumiko Chino, MD (MD Anderson Cancer Center)
  • Marina Stasenko, MD (New York University Medical Center)

Cualquier comentario o pregunta sobre el contenido de este resumen se debe enviar al Servicio de Información de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer. Por favor, no enviar preguntas o comentarios directamente a los integrantes del consejo, ya que no responderán consultas de manera individual.

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Se sugiere citar la referencia bibliográfica de este resumen del PDQ de la siguiente forma:

PDQ® sobre el tratamiento para adultos. PDQ Tratamiento del cáncer de vulva. Bethesda, MD: National Cancer Institute. Actualización: <MM/DD/YYYY>. Disponible en: https://www.cancer.gov/espanol/tipos/vulva/pro/tratamiento-vulva-pdq. Fecha de acceso: <MM/DD/YYYY>.

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Source Agency: National Cancer Institute (NCI)
Captured Date: 2013-09-14 09:04:22.0